-Un grupo de jóvenes doctores en distintas disciplinas, coordinados por la SECTEI, ya trabaja en esas estrategias en secretarías como Medio Ambiente, Salud, Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, y Desarrollo Económico, así como en los sistemas de Aguas de la Ciudad de México y de Transporte Colectivo Metro

Las políticas públicas basadas en evidencia científica constituyen una estrategia que surgió a finales del siglo pasado y que se ha consolidado en los países europeos, de Asia, así como en Israel, Estados Unidos y Canadá, entre otros. En México, esta formación para el asesoramiento científico la estructuró profesionalmente por primera vez y la ha puesto en marcha ya la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México (SECTEI).

La interfaz ciencia-política pública, como se conoce a esta estrategia, se refiere a las diversas formas en que los científicos, los responsables de la formulación de políticas y otros se vinculan para comunicarse, intercambiar ideas y desarrollar conjuntamente el conocimiento para enriquecer las políticas y los procesos de toma de decisiones o investigación.

En la Ciudad de México, un grupo de jóvenes doctores en diversas áreas del conocimiento fueron seleccionados a través de una convocatoria para ser la primera generación en cubrir una estancia en diversas dependencias capitalinas con el fin trabajar en la relación comunidad científica-administración pública, cuya finalidad sea la construcción de estrategias y programas basados en evidencia científica.

Los jóvenes doctores en varias disciplinas se encuentran en la actualidad en las secretarías del Medio Ambiente, Salud, Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, y Desarrollo Económico, así como en los sistemas de Aguas de la Ciudad de México y de Transporte Colectivo Metro.

Abrir caminos

En el panel internacional “Interfaz ciencia-política y su importancia para el desarrollo”, Jan Marco Müller, director de Operaciones del Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados en Viena, Austria, se dirigió a los jóvenes doctores a quienes destacó la importancia de utilizar la evidencia científica para mejorar la política pública. “Si se usa, entonces las políticas serán más sostenibles a largo plazo, más eficientes y efectivas y con menor costo para el presupuesto público”.

Asimismo, planteó que la Ciudad de México como una de las urbes más importantes en el mundo, con grandes desafíos en cuanto a inequidad social, cambio climático, recursos naturales, requiere no de soluciones simples, sino apoyadas en la ciencia.

Es muy importante tener esas redes como la ECOs, sobre todo para casos de emergencia, “porque cuando se presenta una crisis es cuando los políticos dependen de los expertos, y tener de antemano esos contactos, de científicos organizados que sepan transmitir sus conocimientos al público, es lo mejor”.

Otra de las participantes en el panel celebrado en la sede de la SECTEI y que sirvió para el intercambio en experiencias entre los expertos y los futuros asesores científicos, fue Marga Gual, miembro del Grupo Asesor de Alto Nivel de Políticas de Investigación, Innovación y Ciencia para el Comisariado Europeo, quien reconoció que mientras esta interfaz es una tradición, por ejemplo, en Estados Unidos, “en el resto de los países no se había visto que estos mecanismos pudieran despegar por las dificultades que existen a nivel político, económico y las grandes barreras que hay entre las comunidades académica, política, diplomática e industria”.

Con estas estancias que ofrece la SECTEI en la Ciudad de México, apuntó, se abren ventanas de oportunidad, “ustedes van a ser pioneros porque lo que van a hacer no existe aquí” y hay que hacer ver que “la ciencia tiene impacto inmediato y real, y cuenta con las capacidades para estar al servicio de las políticas públicas y hacer que la ciencia se cumpla como derecho humano, está en los derechos humanos en el marco de la UNESCO, y ahora en las leyes de México”.

La directora de Unidad de Proyectos Internacionales de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología y coordinadora de Ciencia en el Parlamento, Izaskun Lacunza, hizo énfasis sobre el valor público de la ciencia, y precisó que éste no sólo radica en crear patentes, sino también en abordar aspectos tan importantes como la igualdad social, el beneficio de la ciencia para todos, aunque uno de los principales retos es que este valor pueda permear las políticas públicas.

“Hacer artículos científicos y lograr patentes son cosas que sabe hacer la academia, lo que es difícil es contar con una ciencia que tenga una transposición a la política pública relativamente rápida, y también es difícil hacer una ciencia que desde el principio, y no al final, se diseñe tomando en cuenta las realidades y las dificultades de las políticas públicas”.

Lacunza dijo que la Red ECOS es una forma de tener a las grandes instituciones científicas de la ciudad conectadas entre sí y aliadas para resolver los problemas de la ciudad.

Alessandro Allegra, becario del Fullbright-Schuman con el Programa de Ciencia, Tecnología y Sociedad en la Escuela de Gobierno Kennedy de Harvard y alumno de University College London (UCL), precisó que la tarea que van a desempeñar los becarios de la SECTEI como asesores, es una forma diferente de hacer ciencia, puesto que no se trata únicamente de traducir la que se hace en los laboratorios para la conformación de las agendas políticas, sino de pensar de manera nueva sobre el papel en la política y en la sociedad.

“Al final, recordar que si se es científico siempre se va a ser y esa tarea al final da mucha credibilidad”, manifestó Mary García Cazarín, consejera científica del Programa de Ciencia Regulador del Tabaco de los Institutos de Salud de Estados Unidos, quien destacó que la presencia de los becarios en las diferentes secretarías que eligieron para cubrir sus respectivas instancias están relacionadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.

Los expertos internacionales coincidieron en que esta iniciativa de la Ciudad de México, a través de la SECTEI es de un valor incalculable para el país y la región de América Latina y el Caribe. Por ello, entregaron un reconocimiento público a la Dra. Rosaura Ruíz Gutiérrez, Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México”.